Una serie de interiores emergieron junto con la aparición de nuevas instituciones. Estos espacios, a diferencia de los círculos, no tenían como objetivo principal el de ensamblar lo social, sino el de la administración del poder. Son recintos que atestiguan el impulso modernizador del Estado y de las instituciones de la época, y buscan reflejar y materializar un modelo político y económico acorde a estas transformaciones. Halles de bancos, salas de redacción de periódicos, oficinas y salones de reunión, cortes, todas estas habitaciones urbanas estaban pobladas de piezas de muebles que articulaban protocolos de movimientos y transacciones medidas; puertas giratorias, cajas, filas y mesones organizaban la coreografía de cuerpos  y consolidaban una incipiente microfísica del poder biopolítico.


Halles de Bancos
Tribunales
Prensa

Caja de Crédito Hipotecario

El edificio de la Caja de Crédito Hipotecario fue la respuesta al crecimiento de su institución. Inicialmente enfocada en los créditos agrarios, con el cambio de siglo la Caja Hipotecaria adquirió un rol relevante en la construcción de vivienda obrera, y de la mano de la Caja Nacional de Ahorros extendió sedes por todo Chile. Aquí, en su oficina central, el vestíbulo estaba profusamente decorado y contenía trabajados muebles, como las cajas de atención que articulaban la relación entre la institución y los ciudadanos. Arriba, los vitrales de la cúpula retrataban simbólicamente los conceptos -riqueza, trabajo, descrédito- de la Caja. Un palacio del ahorro que, desde el centro, gestionaba la construcción de vivienda de la ciudad y el país.